La carpa


De los componentes de la extensa familia ciprínidos, la carpa es la más ampliamente distribuida. Nativa del Japón, China y Asia central, desde el Turquestán hasta el mar Negro, ha sido introducida en muchos países europeos. Se distingue de los demás miembros de su familia por su aleta dorsal insólitamente larga, con 17 a 22 radios ramificados, la tercera espina fuertemente serrada de las aletas dorsal y anal y por sus cuatro barbillones, dos a cada lado de la boca, ligeramente protráctil. No existen dientes en la boca, pero sí en la garganta. La forma silvestre es de color verde oliva a verde amarillo en el dorso, y amarillo verdoso a amarillo broncíneo en los flancos; las partes inferiores son amarillentas. Las aletas son de color verde grisáceo a pardo, a veces ligeramente rojizas.


La carpa silvestre en su casa
La carpa prefiere aguas someras soleadas, con fondo fangoso y abundantes plantas acuáticas. Rehuye las aguas limpias, de curso rápido, oscuras o frías. La carpa silvestre se encuentra hoy día principalmente en los grandes ríos. Su alimento está constituido por larvas de insec­tos, quisquillas de agua dulce y otros crustá­ceos, gusanos y caracoles, así como algunos vegetales. Los barbillones, que son órganos táctiles, y la boca protráctil, los emplea para hozar en el fango, del que se traga una gran parte; luego lo expele, cuando ha digerido las partes comestibles. En invierno el pez cesa de alimentarse y entra en un período quiescente, una forma de hibernación. En mayo o junio la carpa se traslada a aguas someras para fre­zar y los huevos son puestos sobre las hojas de plantas acuáticas. Cada individuo pone unos 150.000 huevos por kilogramo de peso corporal. Las larvas eclosionan en dos o tres días y los adultos retornan a aguas más profundas, mientras que los peces jóvenes permanecen en aguas someras, cerca de la orilla. A los tres o cuatro años son sexualmente maduros. Las pequeñas carpas son comidas por casi cual­quier pez significativamente mayor que ellas, incluyendo las carpas mayores.

Variedades domésticas
Hay gran número de variedades, de dos tipos principales: carpa de cuero y carpa de espejo. El primero de ellos carece de escamas; el segundo posee grandes escamas en dos filas sobre cada lado del cuerpo. Ambos pueden originar de nuevo la forma primitiva de la carpa. La forma del cuerpo varía, desde el cuerpo relativamente grácil hasta el cuerpo alto, con una giba. Algunos piscicultores afir­man que la forma del cuerpo varía con el ali­mento: una alimentación espaciada produce formas esbeltas, y una alimentación abundan­te, formas jorobadas.