Principalmente frugívoros
El alimento del casuario australiano incluye semillas de palmeras (arrojadas al suelo por las palomas de las frutas), ciruelas, higos o moras y otros frutos silvestres, que comen principalmente por la mañana temprano o a primeras horas de la noche. El alimento de las otras especies parece ser similar, pero incluye también insectos y hojas.
Buen padre casuario
La hembra casuario es mayor que el macho, pero éste es el responsable del cuidado de las crías. En un nido de hojas, situado en la base de un árbol, pone la hembra, durante el período de junio a agosto, de 3 a 6 huevos verdosos, cada uno de unos 13 cm de largo. El macho casuario los incuba y protege a las crías, durante siete semanas. En este período, si es molestado, echa a correr alejándose, en lo que parece ser un esfuerzo para desviar al intruso, ya que el macho resulta muy visible, mientras que los huevos presentan el color de las hojas sobre las que yacen. Los polluelos del casuario ostentan un color leonado con listas oscuras a lo largo de todo el cuerpo.
Especiales animales domésticos
Como ocurre a menudo, su principal enemigo es el hombre, que durante siglos ha cazado al casuario por su carne y por sus plumas. Los aborígenes de Nueva Guinea mantienen además a los polluelos en sus aldeas, como animales domésticos. Cuando crecen, se les coloca en vastas jaulas, que apenas les dejan espacio para moverse. Algunos casuarios se conservan por sus plumas, que son arrancadas periódicamente. A otros, cuando llegan a adultos, los matan y se los comen.