El estudio de los fósiles revela que en épocas remotas hubo marsupiales en casi todo el mundo; actualmente sólo existen en América, en Australia y en algunas islas de Oceanía. La mayor parte de las especies son australianas, y entre ellas las hay de muchos tamaños, desde el acróbata enano, que parece una ardilla voladora más pequeña que un ratón, hasta el canguro gigante, tan grande como un perro danés. Su aspecto es muy variado, y muchos de ellos se parecen a otros mamíferos no marsupiales; las zarigüeyas son parecidas a grandes ratas o a ratones gigantescos; el lobo de Tasmania, por más que es marsupial, se parece en aspecto y costumbres a un lobo verdadero; el koala es como un oso en miniatura; el uombat, de rechoncho cuerpo y hábitos minadores, recuerda al tejón, y hay también un gato marsupial, un conejo marsupial y un topo marsupial. Muchos marsupiales, entre ellos las zarigüeyas, son trepadores y viven en los árboles; otros, como los canguros, andan y saltan en el suelo; los petauros poseen unas membranas especiales que les permiten volar de un árbol a otro, y el yapó de la América del Sur es anfibio,
lo mismo que las nutrias. Su alimentación no es menos variada; el koala no come más que hojas de eucalipto, el lobo de Tasmania es carnívoro, muchas especies pequeñas son insectívoras, y otras comen todo lo. que sea comestible. En suma, se puede decir que dentro de este orden ha seguido la evolución todos los caminos que en los mamíferos no marsupiales ha seguido en órdenes diferentes.