El peligro de las especies extrañas
Un aspecto de la evolución en el aislamiento, como ocurre en una isla, es el crecimiento explosivo de una determinada especie en un ambiente ajeno, pero favorable, y en el que no existan los naturales controles de animales rapaces. Australia ha venido experimentando las consecuencias de ello por más de un siglo, desde que unos colonizadores europeos soltaron una partida de conejos silvestres. Los conejos se extendieron rápidamente, por carecer de competidores, al ritmo de cubrir más de 110 kilómetros anualmente. No se encontraba un medio hábil para controlarlos, hasta que después de la segunda Guerra Mundial se introdujo el virus de la mixomatosis. La plaga se extendió rápidamente, causando casi el 100 % de muertes, aunque últimamente no resulta tan eficaz, probablemente, porque se está desarrollando una raza resistente a la enfermedad.