El armiño pertenece a los mustélidos, la más numerosa familia del orden de los carnívoros. Son también mustélidos: la comadreja, el hurón, el visón, la marta, la garduña, la cebellina, el glotón, el tejón, la nutria, etc. Afortunadamente, todos son animales de pequeñas dimensiones. ¡Ay, si tuvieran el tamaño de algunos felinos! Su ferocidad es tan terrible, que se convertirían en los animales más peligrosos. Sin embargo, pequeños como son, no conocen el temor, y son capaces de arrojarse hasta contra el hombre. Su norma de defensa es una sola: atacar. ¡Y qué ataques fulmíneos! Se arrojan, muerden y se retiran antes de que el agredido haya podido darse cuenta de lo que le sucede: todo esto gracias a la extraordinaria agilidad y flexibilidad de su cuerpo, y también a la potencia de sus músculos, que parecen realmente de acero, y les permiten efectuar saltos y trepar con suma velocidad. Además, tienen una sorprendente rapidez de reflejos, lo que les facilita los movimientos más imprevistos. En resumen, esta especie de animales figura entre las fieras más terribles del bosque.