Ninguno de los animales que aparecen en la parte superior son siquiera primos entre sí, a pesar de lo mucho que algunos se parecen. Saltadores, minadores, trepadores y corredores, son habitantes del bioma de praderíos del mundo. Son equivalentes ecológicos, esto es, animales de distinta genealogía, pero que viven en condiciones parecidas, y se han adaptado, de modo similar, por el proceso de la evolución convergente.
Existen prados en todos los continentes ; en tiempos pasados, la hierba cubría el 42 % de la superficie terrestre. Las hierbas que caracterizan a este bioma son perennes y continúan creciendo, aunque sus puntas hayan sido cercenadas. Sustentan a los ganados de pasto y es donde estos mamíferos han alcanzado su mayor número.
En todas las praderas — ya sean los llanos y prados norteamericanos, las pampas de Sudamérica, los «tsao-yüan» asiáticos, los «veld» de África o las sabanas australianas — la locomoción es una de las adaptaciones más importantes para la supervivencia. El saltar más alto que la hierba permite a seres como los conejos, jerbos y canguros otear el horizonte por si hay peligro. Las madrigueras les proporcionan escondrijo y reducen la competencia. El correr es útil para perseguir o escapar, y es aquí donde habitan los corredores más rápidos del mundo.