Cuando los murciélagos interfieren con la agricultura, cosa que sucede más a menudo, son cazados como plagas. A pesar de esto y de su baja tasa de reproducción —sólo una cría al año— los murciélagos de la fruta persisten en gran número. Las razones son tres: los murciélagos son muy longevos, están relativamente libres de depredadores, y su movilidad les permite dejar de lado el avance de la civilización.
El furtivo murciélago de la fruta
Universo animal | Mamíferos | murciélagos de la fruta | Así como el aroma de la planta en flor atrae a las abejas, igualmente el dulce aroma de la fruta madura atrae a los murciélagos. Dejan sus nidos al atardecer, y se dispersan en abanico, a veces hasta 80 kilómetros a la redonda, probando el aire con su aguda nariz. Cuando encuentran la fruta, descienden sobre ella, a veces riñendo entre ellos mismos. Al amanecer vuelan de vuelta al lugar de donde vinieron.
Cuando los murciélagos interfieren con la agricultura, cosa que sucede más a menudo, son cazados como plagas. A pesar de esto y de su baja tasa de reproducción —sólo una cría al año— los murciélagos de la fruta persisten en gran número. Las razones son tres: los murciélagos son muy longevos, están relativamente libres de depredadores, y su movilidad les permite dejar de lado el avance de la civilización.
Cuando los murciélagos interfieren con la agricultura, cosa que sucede más a menudo, son cazados como plagas. A pesar de esto y de su baja tasa de reproducción —sólo una cría al año— los murciélagos de la fruta persisten en gran número. Las razones son tres: los murciélagos son muy longevos, están relativamente libres de depredadores, y su movilidad les permite dejar de lado el avance de la civilización.