El hecho de que los gatos arañen las paredes o los muebles es un inconveniente que puede evitarse fácilmente, pues los gatitos sólo lo hacen para jugar o también para afilarse las uñas tal como hacemos nosotros con las tijeras o la lima. El gato necesita limarse las uñas porque le crecen mucho y no se le gastan lo suficiente si se ve obligado a caminar por pavimentos lisos, sin tener nunca ocasión de encaramarse a ningún sitio. De ahí que el gato arañe los muebles. Se puede evitar este inconveniente poniendo a su disposición un buen trozo de madera, o bien una caja de verduras en la que el animal pueda afilarse las uñas.