El cuerpo de los insectos está formado por tres regiones principales (tagmas): cabeza, tórax y abdomen:
- La cabeza está en el extremo anterior del cuerpo. Cuenta con los órganos de la alimentación: un par de mandíbulas, un par de maxilas y el labio. También se ubican en esta región los diferentes órganos sensoriales: un par de antenas, ojos simples (ocelos) u ojos compuestos. La morfología de estas estructuras varía mucho de un orden a otro.
- El tórax está formado por tres segmentos y en él se anclan los apéndices locomotores, que son tres pares de patas y en los insectos alados, dos pares de alas, ubicados en el segundo y tercer segmento torácico.
- El abdomen lo compone un número variable de segmentos que va de 6 a 12. Al interior se encuentran los órganos digestivos y reproductores. Esta región no posee apéndices ambulatorios. El sistema nervioso de los insectos está formado por el ganglio supraesofágico o cerebro, el ganglio subesofágico y una cadena de ganglios (uno por segmento del cuerpo), a lo largo de la región ventral. Su sistema circulatorio es abierto. Generalmente, solo existe un vaso sanguíneo dividido en cámaras. La zona posterior de este vaso se denomina corazón y está dotado de varias aperturas laterales llamadas ostiolos, que permiten la entrada de sangre en él.