Todos los dinosaurios carnívoros pertenecían a un grupo llamado Theropoda, que literalmente significa "bestia con pies". Algunos de los dinosaurios carnívoros son llamados carnosaurios, animales de gran tamaño con cabezas grandes, poderosas piernas y brazos cortos. Al igual que todos los terópodos, caminaban sobre dos patas, probablemente no eran muy rápidos debido al gran peso que tenían que llevar. Tenían grandes cabezas para dar cabida a grandes mandíbulas que contenían enormes dientes curvos, los cuales estaban dentados como cuchillos de carne. Los carnosaurios perseguían y comían otros dinosaurios, o bien se alimentaban de los cadáveres que encontraban. Mataban a sus presas con la ayuda de sus garras y luego retiraban la carne de la víctima con los dientes y con las garras de sus manos. Los otros dinosaurios carnívoros eran conocidos como coelurosauros, o "Lagartos de cola hueca". A diferencia de los carnosaurios, los coelurosauros eran criaturas ágiles con largos brazos y mandíbulas estrechas. Podían correr muy rápido con el fin de atrapar pequeños mamíferos e insectos.
Después de que un carnosauro había comido a su tope, los pequeños coelurosauros comían de los restos que quedaban.