Hay algunas hormigas, como las negras comunes y las de madera que no pican con sus aguijones abdominales; en cambio arrojan un chorro de ácido fórmico, el cual causa dolor y ardor, aunque en las personas muy sensibles esta sustancia ocasiona reacciones alérgicas no letales.
La ventaja de arrojar ácido fórmico es que las hormigas tienen una defensa relativamente de largo alcance.