LAS INCREÍBLES PALOMAS MENSAJERAS

   Casi todas las razas de palomas son capaces de orientarse y regresar a su nido. La paloma viajera, o mensajera, no constituye una raza propiamente dicha. Puede volverse tal toda paloma que tenga grandes cualidades de voladora, y haya sido paciente y largamente adiestrada.

   A menudo se realizan carreras de palomas mensajeras, durante las cuales los inteligentes animales son llevados lejos de su nido, hasta 700 y también 1.000 kilometros. Apenas puestos en libertad, levantan vuelo velozmente y durante un momento vuelan en circulo. Luego, decididamente, se dirigen hacia una determinada dirección, aquella en la cual se halla su nido. Su velocidad de vuelo puede alcanzar los 100 kilómetros por hora. Durante horas y horas vuelan a una altura de 200 a 300 metros. Se detienen raramente; solo el tiempo necesario para tomar unos sorbos de agua. Por su capacidad, lo paloma mensajera ha sido empleada como "cartero alado". Se le coloca en una pata o sobre el dorso, de modo que quede bien asegurado, un tubito pequeño y liviano en el cual se halla el mensaje enrollado.

   Se sabe que los antiguos egipcios se servían de las palomas viajeras para enviar mensajes. Retrocediendo en el tiempo, nos enteramos por la Biblia que Noé, cuando flotaba con su arca sobre las aguas del Diluvio, liberó a una paloma que regresó trayendo en el pico una ramita de olivo. Los griegos comunicaban a todas partes los nombres de los vencedores olímpicos, aprovechando también este singular instinto que la naturaleza dio a las palomas viajeras.

   Los antiguos romanos fueron los primeros en utilizar estos animales para intercambiar mensajes en tiempo de guerra. Este empleo de la paloma mensajera se ha hecho aún durante la ultima guerra mundial, casi siempre con resultados positivos y sus consiguientes ventajas.