La mosca y el mosquito

   ENTRE la enorme variedad de insectos dispersos sobre la superficie de la Tierra (alrededor de un millón de especies descritas y 30 millones aún no descritas), existen dos que, además de encontrarse en todas partes, son sumamente molestos, nocivos y, lo que es peor, resistentes a los medios que el hombre emplea para exterminarlos: tales son las moscas y los mosquitos.
   La circunstancia de tratarse de insectos que actúan como agentes en la propagación de serias enfermedades, ha hecho que se multipliquen los métodos para combatirlos, lográndose productos insecticidas que, no obstante su eficacia, no han logrado eliminar totalmente el peligro que representan.



LA MOSCA, SU ASPECTO
   Entre los 75.000 especies que constituyen el orden de los dípteros (de los vocables griegos "dis", doble y "pteron", ala, o sea insectos dotados de dos alas) la mosca común (Musca domestica) es, sin duda, la mas conocida. Tiene cuerpo mas bien tosco y rechoncho y cabeza redondeada, provista de cortas antenas. Su aparato bucal esta constituido por una "trompa", que termina con un abultamiento, Este se halla atravesado por numerosísimos tubos, por media de los cuales la mosca puede succionar no solo sustancias líquidas, sino también sustancias sólidas (por ejemplo, los azúcares) que consigue disolver con su saliva. Para trepar por superficies verticales, o caminar por el techo, la mosca dispone, en el extremo de sus patitas, de dos "almohadillas" pilosas, de las que sale un líquido adhesivo cuando las oprime sobre una superficie. Para poder soltarse después, la mosca presiona sobre la superficie con dos ganchos, que también tiene en el extremo de las patas, y así se desprende.




EL MOSQUITO
   Al orden de los dípteros pertenecen también varias especies de mosquitos. Entre ellos, el más conocido es el mosquito común (Culex pipiens) que, principalmente en el verano, perturba frecuentemente nuestro sueño. De un tamaño de 3 a 6 mm., es de color oscuro y tiene alas transparentes.
   Tanto el mosquito como la mosca tienen el cuerpo provisto, en la base de las alas, de dos pedúnculos, que terminan en un abultamiento. Tales pedúnculos actúan como si fueran balancines, es decir, que sirven para dar estabilidad al insecto mientras vuela.
   El mosquito cuenta con un aguijón que le sirve tanto para punzar como para succionar. El aguijón del mosquito tiene dos conductos o canalillos. Con uno de ellos el mosquito succiona la sangre de su víctima, y con el otro inyecta simultáneamente un liíquido irritante, producido por sus glándulas salivales, que impide la coagulación de la sangre. En efecto, si la sangre se coagulara, no podría ser succionada.