¿Cómo se orientan las abejas durante su vuelo?

La abeja ve por medio de sus ojos, facetados, el cielo dividido en 8 zonas: en una de estas zonas, naturalmente, ve también el sol. En el momento de abandonar su colme­na, la abeja observa atentamente en cuál zona del ojo lo ve. Durante el vuelo, más tarde, la abeja puede cambiar de dirección y por eso el sol le irá apareciendo sucesivamente en distintas zonas de su ojos. Para retornar a la colmena, como ella recuerda en cuál de sus zonas ocu­lares había visto ef sol en el momento de la partida, cambia de dirección, hasta encuadrar de nuevo el sol en el sector ocular correspondiente; una vez logrado esto le bas­ta con invertir su vuelo, para regre­sar directamente a la colmena.


UN SISTEMA DE SEÑALES
Hacia el extremo del abdomen las abejas poseen una glándula particular, que emite un olor no perceptible por el olfato humano y que constituye el signo de reconocimiento entre los miembros de la misma familia.
Cuando las abejas jóvenes parten por primera vez para hacer su recolecta de néctar, las abejas ancianas se colocan en fila en el umbral de la colmena agitan las alas, manteniendo el abdomen vuelto hacia arriba. De este modo exprimen de sus glándulas el humor odorífero y lo difunden en el aire para indicar a las compañeras inexpertas el camino de regreso.