¿Qué animales construyen nidos?


   Muchos animales, además de los pájaros, construyen nidos y no todos los pájaros lo hacen. Por regla general un nido construido está destinado a abrigar a las crías que nacen extremadamente dé­biles; la ausencia de nido o presencia de uno rudimentario, está ligada a la existencia de una cría bien adaptada desde su naci­miento. Cuando los recién nacidos están aún inmóviles, tiernos y desnudos, incapaces de alimentarse por sí solos y a veces priva­dos de sus sentidos, se dice que son nidícolas; como por ejemplo el caso de las crías de los pájaros, de carnívoros y de co­nejos. Cuando las crías nacen ya cubiertas de pelo o plumas, ca­paces de alimentarse por sí mismas y con los ojos abiertos, se les llama nidífugas: por ejemplo las crías de gallináceas, de un­gulados y de liebres.
   Existen sin embargo excepciones: ciertos pequeñuelos de hábi­tos nidícolas, es decir desprovistos de madurez, nacen casi en la ausencia de nido: las crías de los vencejos nacen haciendo equilibro sobre una rama y las crías del pájaro bobo nacen sobre un resalte en la pared de un acantilado, los marsupiales llevan las crías adheridas al pezón materno; la ausencia de nido en és­tos, que son los vertebrados más desprovistos, es sustituida por la presencia de un marsupio llamado bolsa maisupial. En el mundo animal, todos los materiales imaginables pueden servir para hacer nidos: pelos o plumas de la madre, saliva, mucus, cieno, tierra y guijarros, sedas, el cuerpo vivo de alguna presa, hasta el aire combinado con saliva o mucus. Los nidos pueden ser toscos amontonamientos o tejidos muy elaborados, finas aglomeraciones o estructuras burdamente cimentadas. El hombre a veces utiliza los artificiosos nidos de algunas espe­cies, como los de la salangana (llamados nidos de golondrina) para comer o bien, obtienen hilo de los capullos del gusano de seda.