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Los termes, termitas o comejenes, también llamados hormigas blancas, no son en absoluto hormigas, pero merecen mencionarse como insectos sociales. Forman el orden de los isópteros, nombre que se refiere al igual tamaño y estructura de las alas de aquellos insectos que las tienen. Al contrario de las hormigas, los termes no poseen cintura delgada, ni antenas acodadas.
La sociedad de los comejenes está basada en un sistema de castas. Una reina y un rey forman la pareja real. La reina tiene abdomen cilindrico enormemente dilatado. Durante un año deposita por lo menos 3.000.000 de huevos y probablemente más. El pequeño rey, dedicado a su reina durante toda la vida de ésta, fecunda los huevos a intervalos. Además de la pareja real existen individuos capaces de reproducirse, a los que se mantiene dispuestos para una posible decadencia de la reina.
Las obreras son criaturas descoloridas de cuerpo blando, que trabajan constantemente en la construcción del nido, recogen alimento, cuidan los huevos y alimentan a la reina, a los soldados y a las crías. En algunas especies, las ninfas realizan estas tareas en vez de las obreras.
Los soldados defienden el nido contra hormigas invasoras. Algunos comejenes soldados tienen cabeza ensanchada y acorazada, con formidables mandíbulas. Otros, con mandíbulas pequeñas, poseen una proyección semejante a un hocico, que lanza sobre el enemigo un fluido acre o pegajoso. Cada casta de comejenes comprende individuos de todas las edades y de un sexo u otro.
Los termes anidan debajo del suelo, o sobre la superficie en montículos, árboles y tocones. Construyen caminos de barro cerrados, como túneles, hasta sus fuentes de alimentación, que consiste en tocones muertos, ramas de árboles y la madera de nuestras casas. Ésta es descompuesta en el tubo digestivo por protozoos que convierten la celulosa en una sustancia asimilable. Los termes también comen hongos y hierbas.
