El Chochín
Un pajarillo muy pequeño, moteado de color pardo, de cola corta y levantada, muy activo, no puede ser otro que el chochín (Troglodytes troglodytes). Gusta de moverse por los claros de los bosques y montes, en las orillas de los ríos, posándose apenas en las malezas y los matorrales bien tupidos, por los que se desliza y se oculta magistralmente. Instala su nido entre las raíces de árboles caídos o en alguna cavidad de la orilla. La vida familiar del chochín presenta algunos rasgos interesantes. No solo el macho escoge su territorio de nidificación, sino que será exclusivamente el el encargado de la construcción, y no sólo de un nido, sino de varios, a base de musgo, hierbas y hojas. Cuando por medio de su canto ha logrado atraer a una hembra, ella examina todos los nidos construidos por el macho y deposita en el que más le gusta pelos y plumas para terminar de construirlo. En abril o mayo pone de cinco a siete huevos blancos con finas manchas de color rojo que incuba ella sola durante un periodo que oscila entre los catorce y los dieciséis días. Los pequeños abandonan el nido sin saber volar bien a los quince o dieciséis días de abandonar el cascarón. En junio o julio la pareja anida una segunda vez y es entonces cuando podemos comprobar una segunda originalidad: los jóvenes de la primera nidada se encargan, junto con los padres, de sus hermanos pequeños, llevándoles al nido el alimento, principalmente insectos. Los demas nidos preparados por el macho antes de la incubación no han sido construidos en vano. Son nidos de descanso en los cuales el macho pasa la noche y más tarde serán los jóvenes, que han abandonado el nido natal, los que se servirán de ellos a modo de dormitorios.