Los condrictios comprenden a las especies vivientes de los selacios (tiburones, rayas, pez torpedo, pez diablo o manta, pez sierra) y al grupo de los holocéfalos, constituido por las quimeras o gatos de mar, el pez gallo de las Antillas, etc.
Los tiburones (escualos) se caracterizan por la particular forma del cuerpo (ahusado), su veloz desplazamiento impulsado por su cola heterocerca (de lobulos desiguales), las hendiduras branquiales laterales y la boca transversa colocada en la cara ventral, armada con varias filas de dientes triangulares. Son sumamente voraces.
Entre las especies mas notables encontramos: el tiburón azul (Prionace glauca), voraz habitante de los mares cálidos; es vivíparo y mide alrededor de cinco metros; el tiburón ballena (Hrineodon typus), de impresionante aspecto (mide mas de 16 metros), pero es de hábitos inofensivos; el pez martillo (Sphyrna zygaena), cuyo nombre obedece a su curiosa conformación cefálica.
Las rayas (batoideos) tienen el cuerpo deprimido, bordeado por grandes aletas pectorales ensanchadas (con cuyos movimientos ondulatorios nadan), y las hendiduras branquiales colocadas en la cara ventral. Hay especies marinas y fluviales.
A este grupo pertenecen, además de las rayas comunes (Raja sp.), la de cola de látigo (Trigon pastinaca), nuestras rayas de río (Potamotrigon sp.), el pez torpedo (Torpedo marmorata), la gigantesca manta o pez diablo de los mares cálidos (Manta birostris) y el pez sierra (Pristis pectinatus), de mas de 6 m. de largo.
Los holocéfalos, que se distinguen de los selacios por sus aberturas branquiales cubiertas por un operculo, comprenden a las extrañas quimeras (Chimaera sp.) y al citado pez gallo, elefante, músico o hijo del país (Callorhynchus callorhynchus)