Los elefantes están muy estrechamente relacionados con los manatíes (también conocidos como vacas marinas) y los damanes (pequeños animales terrestres parecidos a conejos de Indias). Aunque estos tres animales son muy diferentes en cuanto a forma física y tamaño —los elefantes africanos pueden llegar a pesar hasta 6 toneladas, los manatíes 550 kg y los damanes sólo 5,4 kg— poseen algunas similitudes. Los tres tienen dos glándulas mamarias, un corazón circular y una disposición similar de los dientes.
Más sobre los elefantes, manatíes y damanes:
Los elefantes son los únicos miembros supervivientes de la orden Proboscidea, que solía incluir a los mamuts lanudos, mastodontes y gonfoterios (que parecían elefantes, pero tenían cuatro colmillos y mandíbulas en forma de pala).
Los registros fósiles indican que antes de evolucionar a su tamaño actual, los damanes pudieron haber tenido el tamaño de grandes vacas.
Debe haber algo de cierto en el dicho de que un elefante nunca olvida: estos paquidermos tienen lóbulos temporales muy grandes en sus cerebros, los cuales se utilizan para la memoria.