Así como no es aconsejable para una persona que comparta el medicamento recetado con otra, también puede ser peligroso dar un medicamento destinado al ser humano a un animal. En general, dar ibuprofeno al perro, u otros medicamentos para el dolor como el acetaminofeno, no se considera prudente. El medicamento más peligroso para nuestras mascotas es el paracetamol, ya que este puede dañar el hígado de un gato o un perro, e incluso provocarles la muerte.
Tanto la aspirina y el ibuprofeno son clasificados como antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Estos tipos de medicamentos para el dolor son útiles, pero pueden causar daños en el revestimiento del estómago.
En algunos casos, un veterinario puede prescribir a nuestra mascota un medicamento para el dolor como la aspirina o el ibuprofeno. Si este es el caso, y la receta nos parece onerosa, podemos preguntar al veterinario si podemos nosotros mismos administrar el ibuprofeno o la aspirina de nuestro propio gabinete de medicinas. Algunos perros son muy buenos en tomar pastillas, y el veterinario puede proveer la dosificación exacta que requiere una mascota.
Sin embargo, el ibuprofeno es muy rara vez recetado para tratar algún dolor en los perros. Por lo general, los veterinarios utilizan otros AINE para las enfermedades inflamatorias que parecen ser mejor digeridos por los perros y son menos irritantes para sus estómagos.