Los griegos lo denominaron caballo marino a causa de la forma de su cabeza y de la línea del cuello. Su larga cola le permite asirse a las plantas acuáticas y su única aleta, la dorsal, lo ayuda a desplazarse. Haga lo que haga, el hipocampo se mantiene siempre en posición vertical; da la sensación de querer estar constantemente de pie. Los huevos que pone la hembra son conservados por el macho en una bolsa ventral hasta que nacen los pequeños; cuando han nacido, su padre los expulsa y se desentiende de ellos. El hipocampo, que se aclimata fácilmente en los acuarios, se desplaza en el agua lenta y graciosamente. Su forma extraña y elegante ha inspirado a menudo a pintores, decoradores y joyeros.
El hipocampo
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El hipocampo o caballito de mar es un pez de diminuto tamaño (10 centímetros) que evoca, por su forma, ciertos monstruos de la prehistoria. Se encuentra en todos los mares del mundo.
Los griegos lo denominaron caballo marino a causa de la forma de su cabeza y de la línea del cuello. Su larga cola le permite asirse a las plantas acuáticas y su única aleta, la dorsal, lo ayuda a desplazarse. Haga lo que haga, el hipocampo se mantiene siempre en posición vertical; da la sensación de querer estar constantemente de pie. Los huevos que pone la hembra son conservados por el macho en una bolsa ventral hasta que nacen los pequeños; cuando han nacido, su padre los expulsa y se desentiende de ellos. El hipocampo, que se aclimata fácilmente en los acuarios, se desplaza en el agua lenta y graciosamente. Su forma extraña y elegante ha inspirado a menudo a pintores, decoradores y joyeros.
Los griegos lo denominaron caballo marino a causa de la forma de su cabeza y de la línea del cuello. Su larga cola le permite asirse a las plantas acuáticas y su única aleta, la dorsal, lo ayuda a desplazarse. Haga lo que haga, el hipocampo se mantiene siempre en posición vertical; da la sensación de querer estar constantemente de pie. Los huevos que pone la hembra son conservados por el macho en una bolsa ventral hasta que nacen los pequeños; cuando han nacido, su padre los expulsa y se desentiende de ellos. El hipocampo, que se aclimata fácilmente en los acuarios, se desplaza en el agua lenta y graciosamente. Su forma extraña y elegante ha inspirado a menudo a pintores, decoradores y joyeros.
