Hay muchas especies de coleópteros enterradores. Una de las más grandes y notables, Necrophorus americanus, mide de dos a cuatro centímetros de largo. Es de cuerpo pesado, oblongo, de color negro lustroso, con dos grandes manchas rojas en cada élitro. El protórax es hemisférico y rojo y la cabeza tiene casi el mismo tamaño que el protórax. Otras especies de enterradores son de forma ovalada y casi hemisférica y pueden ser negros o parduscos.
Algunas especies enterradoras moran en cuevas y no tienen ojos. Otras, muy pequeñas, viven en hongos marchitos y también en hormigueros.