Universo animal | aves | Debe señalarse que el título no es un término de sistemática, sino que alude a los hábitos y características de ciertas aves. Desde muy remotas épocas, buhos y lechuzas soportan el peso de la ignorancia y la superstición, sólo por la infortunada circunstancia de tener hábitos nocturnos y de escapar, por eso, a la fácil observación de la gente.
La legendaria fama agorera de las lechuzas corre pareja con el temor que inspira a la imaginación popular, el ulular del buho o el grito del mochuelo, fatídico anuncio de inminentes desgracias. Hasta el nombre con que los zoólogos determinan al orden de estas útilísimas aves, estrigiformes, tiene reminiscencias medievales. En efecto: estrige, antigua denominación de la lechuza, deriva de striga, que en latín significa bruja. Sin embargo, todos los representantes de este orden, lechuzas, buhos, mochuelos, cárabos y lechuzones, no sólo son inofensivos, sino eficaces auxiliares del hombre, pues destruyen enorme cantidad de roedores e insectos nocivos