Universo animal | aves | La historia de las aves y su evolución es bastante incompleta. Los esqueletos de las aves hechos de huesos delgados y huecos no fosilizan bien. Sin embargo, sí tenemos una idea de cómo se originaron. Durante las excavaciones en las canteras de piedra caliza de Alemania, donde se habían encontrado mucho fósiles de reptiles, se hizo un descubrimiento sorprendente. Esta cantera data del período jurásico, hace unos 150 millones de años atrás, cuando la Edad de los Reptiles estaba en su apogeo. En un fragmento de piedra, los trabajadores encontraron la huella de una pluma. Era, obviamente de un pájaro, pero... ¿qué estaba haciendo entre todos estos antiguos reptiles? La idea de que se trataba de un ave fue confirmada poco después, cuando se halló el esqueleto bien conservado de una curiosa criatura, en el que las plumas de las alas y de la cola estaban claramente marcadas. Esta fue la primera criatura conocida con plumas, llamada Archaeopteryx (el "ala antigua") de las cuales se han encontrado tres ejemplares.
Esta criatura del tamaño de un pollo resultó ser una especie de reptil cubierto de plumas. Tenía dientes, una cola larga y garras en sus alas. De hecho, el esqueleto real era muy parecida al de un lagarto. Las aves modernas no tienen dientes o garras en sus alas, aparte de que sus colas son cortas. Rara vez nos encontramos con estos preciosos fósiles que forman un enlace entre dos grupos diferentes de animales.
En el período cretácico, una serie de verdaderas aves habían empezado a evolucionar, los antepasados de los pájaros modernos. En su mayoría eran aves acuáticas. De ellas podemos reconocer a un gran pájaro de buceo, llamado Hesperornis. No tenía alas y tenía la forma de un somormujo de gran tamaño. Otra ave, llamada Ichthyornis, podía volar, y se parecía a una golondrina de mar actual.