El desove de la liebre de mar
Una característica muy peculiar en la liebre de mar es su forma de aovar. En verano, las liebres de mar se acercan a las playas para poner sus huevos sobre las algas o rocas. En algunos sitios, millares de ellas invaden las playas. Una vez han frezado, vuelven a las aguas someras, un poco más lejos del nivel de la bajamar, y en seguida mueren. La mayor parte de las especies no viven más de un año, raramente dos. No parece haber ninguna razón por la que les sea necesario remontar las playas para depositar sus huevos. Una posible explicación de tal hecho podría ser el que la temperatura es allí más alta, o quizá se deba a que el agua que baña la playa está mal oxigenada.
La liebre de mar es hermafrodita (esto es, tiene tanto órganos masculinos como femeninos) pero no alógama. Durante el apareamiento, uno de los dos actúa como hembra y el otro como macho, aunque en ocasiones cada uno de ellos puede hacer las funciones de macho y hembra en un mismo apareamiento. La unión dura muchas horas, o incluso varios días, habiéndose visto a siete u ocho liebres de mar apareadas en círculo. Ponen los huevos en unas tiras de gelatina amarillenta, saliendo a una velocidad de 6 cm por minuto, y en esta extensión de tira hay 230 cápsulas, o lo que es lo mismo, 41.000 huevos, de 0,05 mm de diámetro cada uno.
Estas cifras se refieren a Tethys californica, especie estudiada por G. E. MacGinitie, quien calculó el número total de huevos contando los que contenían unas cuantas tiras y pesando éstas en una microbalanza. Después pesó toda la masa e hizo una estimación global. Descubrió que una liebre de mar de 2,5 kg ponía 478 millones de huevos en cuatro meses y una semana, es decir, 27 puestas sucesivas, y la tira más larga medía cerca de 540 m. Una verdadera proeza para un animal cuya longitud es sólo de unos 8 cm.
El método que normalmente sigue una liebre de mar para desovar es el de agarrar la tira de gelatina con el pliegue de su labio superior y cubrirla con una secreción pegajosa del labio, a medida que la tira sale de su cuerpo. Después, moviendo la cabeza de izquierda a derecha, pega la tira a intervalos irregulares, de forma que al final la masa total de huevos parece un enredo compacto de hilos atado a una alga. No todas las liebres de mar actúan así. Algunas lo hacen sobre la superficie de una roca, formando la tira de huevos un zigzag cerrado pero regular. El método de freza es, con todo, similar en todas las especies. Las larvas, que salen del huevo y nadan libremente a los doce días, pasan a formar parte del plancton marino, pero pronto se aposentan en el fondo como jóvenes liebres de mar.
Relativamente pocas sobreviven
Sólo uno o dos de los 478 millones de descendientes de cada liebre de mar llega al estado de adulto. En efecto, las larvas son devoradas por los animales planctonófagos, y cuando son jóvenes liebres de mar, se las comen los animales de presa bentónicos. Pero, una vez han alcanzado su completo desarrollo, se pueden considerar relativamente seguras gracias a que el sabor de su carne parece desagradar a los depredadores y casi no tiene enemigos.