¿Tiene ojos el caracol?


   El caracol corriente de nuestros jardines no es un animal muy grande, pero sus ilustres ante­pasados fueron los primeros gigan­tes que habitaron la Tierra. Una de las características más notables de este molusco es la presencia en su cabeza de cuatro apéndices que sur­gen, se alargan como el periscopio de un submarino y, en cuanto se los toca, retroceden y desaparecen. Es­tos pequeños «cuernos» son los ór­ganos de los sentidos que le permi­ten al animal saborear y olfatear las cosas.
   En cada uno de los dos tentáculos anteriores se observa un puntito os­curo que puede subir o bajar a vo­luntad por el pequeño canal que lo contiene: se trata de los ojos, que el caracol puede retirar al interior de la cabeza en caso de peligro.