"Ciego como un murciélago" es una expresión común en algunas partes. En realidad, los murciélagos pueden ver sin dificultad. Pero estos mamíferos no dependen de la vista para guiarse cuando vuelan en las horas de la noche. Se basan en los ecos de sus propias voces.
Un murciélago emite su voz en chirridos cortos y rápidos. Los chillidos rebotan de cualquier objeto cercano - incluso de un cable de teléfono a unos centímetros de distancia. El sensible oído del murciélago recoge el eco. Al instante sabe exactamente dónde está el cable. Por lo que puede desviarse hacia un lado para evitar el objeto.
Los murciélagos tienen que buscar su alimento en la oscuridad. Algunos de ellos comen el néctar de las flores. Otros comen polillas, mosquitos u otros insectos nocturnos. Un murciélago usa la ecolocación para encontrar estos insectos.
La voz que emite un murciélago es demasiado aguda para ser escuchada por nuestros oídos, pero los científicos utilizan máquinas sensibles que captan tales sonidos. También se han hecho experimentos para demostrar que la ecolocación funciona. Primero se vendan los ojos de un murciélago. Este, como se espera, vuela sin chocar con nada. Luego se le tapan sus oídos. El murciélago vuela hacia los obstáculos que había evitado antes.