El torillo es un ave de pequeña talla, de 10 a 18 cm de longitud, muy parecida a la codorniz en aspecto y costumbres.
Se la considera emparentada con la ganga y la paloma. Posee solamente tres dedos en cada pata, pues el
posterior ha desaparecido. Las alas son redondeadas,
y la cola es tan corta que casi es invisible. A los torillos se les denomina a veces hemipodas, pero este nombre se usa más a menudo para referirse a especies exóticas.
Los torillos se encuentran en muchas partes del Viejo Mundo. El torillo común vive en el sur de Portugal y de España, donde es raro; su área de distribución cubre casi toda África, excepto el desierto del Sahara y las selvas tropicales de la cuenca del Congo. Otras especies pueblan África tropical, Madagascar
y Asia meridional de India a China, asi coma Indonesia, Australia, Nueva Guinea, Melanesia y Mindanao en la Filipinas.
Yertos entre la hierba
Los torillos son muy esquivos y difíciles de levantar en la caza; corren en rápido zigzag a través de la maleza, en parajes o en pequeñas bandadas y, a veces, también en solitario. Habitan en llanos arenosos cubiertos de palmito, entre matorrales o en áreas pobladas de jaras y zarzales; algunas veces viven en bosque abierto y en terrenos pantanosos. La observación de sus costumbres y los intentos de localizar sus nidos se hacen difíciles; como se ha indicado, cuesta mucho hacerlos volar y, cuando lo hacen, recorren en vuelo bajo y rápido una corta distancia entre los rastrojos. Luego, es difícil descubrir el escondite porque al posarse después del alboroto se quedan inmóviles. Cuando parece que el peligro ha pasado se deslizan despacio entre la hierba, caminando suavemente.