La urraca es un ave ladrona, eso lo sabemos todos, pero tal vez no consigamos comprender nunca el porqué. Le gustan sobre todo los objetos que brillan y despiden destellos, exactamente igual que les ocurre a los niños. En cuanto los descubre se apodera de ellos, apresándolos fuertemente en su pico y llevándoselos para ocultarlos en los lugares más insospechados. Su nido suele ser un almacén provisto de los más variados objetos: cucharillas, gafas, trozos de vidrio, monedas... Vive en las regiones habitadas por el hombre, lo que le ofrece mil ocasiones para robar cuanto le plazca. Y como se trata de un pájaro omnívoro, la comida no le falta ni siquiera en invierno y no tiene que emigrar. Es más, en invierno las urracas suelen reunirse en pequeños grupos, recorriendo la campiña en busca de alimento