El hipopótamo vive en los mayores ríos africanos, formando pequeños grupos, y se pasa casi todo el día dentro del agua, asomando sólo los ojos y los orificios nasales. Es lógico, por tanto, que éstos sean muy prominentes sobre el hocico, ya que le permiten respirar incluso cuando se encuentra completamente sumergido en el agua. Así es como la naturaleza le permite ocultarse de sus enemigos. Su alimentación es exclusivamente vegetal, a base de hierbas y plantas palustres que el hipopótamo ingiere sobre todo de noche, al salir del agua. En ocasiones puede ocurrir que el animal se irrite sin motivo, atacando con la cabeza gacha. Son los únicos momentos en que puede resultar peligroso. Los grandes hipopótamos africanos llegan a medir más de 4 metros de longitud, sobrepasando las dos toneladas y media de peso. No obstante, en África occidental viven los llamados hipopótamos enanos, cuya mole es unas cuatro veces inferior a la de los grandes hipopótamos.