La mayor longevidad sobre la que nos ha llegado información auténtica es precisamente de una de las tortugas gigantes, la tortuga de Marion. En 1766, Marion de Fresne se la llevó a la isla Mauricio, cuando estaba ya totalmente desarrollada. El año 1810 los ingleses conquistaron la isla, y la tortuga continuó viviendo en los cuarteles de artillería hasta 1918. Tenía, por tanto, 152 años y, probablemente, su edad era en realidad de 180 o más. Otra famosa gigante es la tortuga de Tonga, regalada a las islas por el capitán James Cook en 1774, cuando tenía ya "una edad considerable". En 1951 había perdido un ojo y había sobrevivido a dos incendios forestales, la había coceado un caballo y le había pasado por encima un carromato. Si todavía vive actualmente, tendrá bastante más de 230 años. Existen, sin embargo, algunas dudas sobre esta tortuga, particularmente porque en Tonga las informaciones que se pueden obtener son todas de viva voz, nunca por escrito, pero no parece existir razón alguna por la que la tortuga de la que se habla actualmente no sea la misma que regaló el capitán Cook.
¿Cómo se calcula la edad de una tortuga terrestre?
La mayor longevidad sobre la que nos ha llegado información auténtica es precisamente de una de las tortugas gigantes, la tortuga de Marion. En 1766, Marion de Fresne se la llevó a la isla Mauricio, cuando estaba ya totalmente desarrollada. El año 1810 los ingleses conquistaron la isla, y la tortuga continuó viviendo en los cuarteles de artillería hasta 1918. Tenía, por tanto, 152 años y, probablemente, su edad era en realidad de 180 o más. Otra famosa gigante es la tortuga de Tonga, regalada a las islas por el capitán James Cook en 1774, cuando tenía ya "una edad considerable". En 1951 había perdido un ojo y había sobrevivido a dos incendios forestales, la había coceado un caballo y le había pasado por encima un carromato. Si todavía vive actualmente, tendrá bastante más de 230 años. Existen, sin embargo, algunas dudas sobre esta tortuga, particularmente porque en Tonga las informaciones que se pueden obtener son todas de viva voz, nunca por escrito, pero no parece existir razón alguna por la que la tortuga de la que se habla actualmente no sea la misma que regaló el capitán Cook.