Aunque Roosevelt es recordado por tener una serie de animales exóticos y poco comunes en la Casa Blanca, fue John Quincy Adams el único que se atrevió en tener un aligátor.
Fue el marqués de Lafayette quien en 1826 le obsequió a Adams el aligátor.
El presidente explicó que lo conservaba porque le gustaba "el espectáculo de las personas que huían aterrorizadas al toparse con el reptil."
Afortunadamente el aligátor vivió en la Casa Blanca por sólo unos pocos meses.