Estas llamativas aves viven en la selva, normalmente en lo alto de los árboles, en sitios de vegetación muy densa y en los claros que en ellos se encuentran. A pesar de su llamativo colorido las tanagras apenas llaman la atención, y algunas de las especies se conocen únicamente gracias a algunos pellejos enviados a Europa en el siglo XIX para el comercio de plumas. Muchas veces se desconoce incluso de qué parte de América procedían aquéllos. Sin embargo, la tanagra de alas azules fue descubierta en vida, el año 1937, en México, cuando no se sabía de ella más que lo discernible de un ejemplar disecado único, que se hallaba en el Museo de Berlín desde 1866.
DIMORFISMO SEXUAL ENTRE LAS TANAGRAS
Las pocas tanagras que presentan dimorfismo sexual son aquellas que forman bandadas fuera de la temporada de cría, como las del género Tangara y las cuatro norteamericanas migratorias. El macho escarlata de la tanagra P. olivácea, del este de Estados Unidos, presenta dos plumajes: en la temporada de cría es de color rojo vivo con alas y cola negras, pero durante el resto del año el rojo deja paso a un verde amarillento parecido al de la hembra. Las tanagras de América del Norte migran a los países tropicales para pasar el invierno.