En este grupo están las arañas, escorpiones, garrapatas y ácaros. Como todos los quelicerados, se caracterizan por carecer de antenas y mandíbulas masticadoras. En lugar de eso tienen queliceros y pedipalpos, que corresponden, respectivamente, al primer y segundo pares de apéndices. Estos apéndices modificados se ubican en el área de la boca y tienen diferentes funciones, como manipular el alimento, defensa y copulación.
El cuerpo de los arácnidos se divide en dos: el cefalotórax, donde se encuentra la cabeza y el tórax unidos formando un solo segmento, y el abdomen. Poseen ojos simples. Tienen cuatro pares de patas (apéndices locomotores). Las arañas y los escorpiones son de vida libre y depredadores, mientras que ácaros y garrapatas son parásitos de vertebrados.
Existen unas 98.000 especies de arácnidos, y son el segundo grupo más numeroso del reino animal, después de los insectos, y casi dobla en especies a los vertebrados. Los arácnidos son ovíparos (se reproducen mediante huevos) pero algunas especies nacen directamente de la madre (ovovivíparos). El comportamiento de cortejo es a menudo muy elaborado, y en muchos casos se observa cuidado parental, un rasgo raro fuera de los vertebrados.
Son más abundantes y variados en climas cálidos, pero están presentes en todos los climas no polares, y entre las arañas y los pseudoescorpiones se encuentran algunos de los pocos animales capaces de vivir en las cumbres más altas de la Tierra.