Los simios platirrinos

   El orden de los simios o primates se divide en dos subórdenes bien distintos: el de los catirrinos y el de los platirrinos. Los catirrinos son llamados monos del Viejo Mundo porque viven en casi toda África y en parte de Asia; los platirrinos son los monos del Nuevo Mundo porque viven exclusivamente en América, en las zonas comprendidos entre los dos trópicos.


NARIZ ANCHA Y COLA LARGA
La principal característica de los platirrinos (del griego "platus", aplanado, y "rhinos", nariz) es la de tener las na­rices muy separadas entre sí, a causa del tabique nasal ancho y aplanado, Y la segunda es su cola larga y prensil, o sea, capaz de enrollarse alrededor de las ramas de tal modo que sostiene al animal como si fuera un brazo. En algunas subfamilias (atelinos y aluatinos) la cola actúa también como órgano táctil, porque en algunas zonas carece de pelos y está provista de papilas táctiles: exactamente como la yema de los dedos. Otras particularidades que los distin­guen son: pulgar generalmente no opuesto a los demás dedos (en los catirrinos lo está a menudo); 36 dientes (los hapálidos tienen 32 como los catirrinos) ; carecen de aba­zones (bolsas internas en las mejillas), y tampoco presen­tan callosidades isquiáticas; son bastante más pequeños, menos vivaces y menos inteligentes que los catirrinos. Por su carácter benigno y pacífico se les puede domesticar fá­cilmente; pero, como son de salud delicada y tienen nece­sidad absoluta de clima cálido y húmedo (tropical), resulta casi imposible aclimatarlos fuera de su lugar de origen. En conjunto, los platirrinos son menos evolucionados que los si­mios del Viejo Mundo.


DÓNDE VIVEN
Los platirrinos viven solamente en la parte de América que está comprendida aproximadamente entre los trópicos, desde México hasta el norte argentino, inclusive. No se en­cuentran nunca sobre tierra o sobre rocas, como a menudo ocurre con los catirrinos, sino que viven sobre árboles en las inmensas selvas de la Amazonia, de las Guayanas y del Gran Chaco, desde el Atlántico hasta la cordillera de los Andes, y en las zonas boscosas de la América Central.
   En cuanto a su alimentación, los platirrinos son omnívo­ros: comen frutas secas o pulposas, yemas, hojas, pero cuando llega el caso se alimentan también de insectos, lar­vas, huevos de pájaro, y hasta pajarillos y anfibios.