¿Existen factores externos que predisponen la domesticación de los animales?


   Se puede observar que las especies domésticas -excepto el gato- son todas sociales, viven en grupos más o menos jerarquizados. Los animales de especies sociales pueden ser confinados, varios a la vez, a un espacio reducido; aceptar vivir cerca de otra espe­cie, incluyendo al hombre, y finalmente, ser manipulados. Estas tres características son necesarias para la domesticación.
   Los individuos de una especie esencialmente solitaria, como el gato, normalmente no toleran ni la proximidad ni el contacto de un congénere; así pues, éstos son más bien amansados que do­mesticados. Por lo tanto, el gato "doméstico" es una excepción, que además tampoco puede amaestrarse como un perro. Dos es­pecies cercanas, la liebre y el conejo, son un buen ejemplo de estas pruebas: el conejo, social, es perfectamente domesticable y manipulable, la liebre, solitaria, no lo es.