¿Cómo tratar las heridas de un gato?


El método para tratar las heridas de un gato depende de la naturaleza y la gravedad de la herida. La mayoría de las heridas menores de gato pueden ser tratadas en casa, mientras que las heridas más graves deben ser evaluadas y tratadas por un veterinario. A veces, la herida del gato puede estar acompañada de huesos rotos o lastimados. Para evaluar esto, el dueño del gato debe inspeccionar el área para ver si no hay una deformidad o hueso expuesto. Si la herida no es fácilmente visible debido al pelo del gato, el pelo debe ser delicadamente recortado.

Si la herida del gato se acompaña de lesiones estructurales, el gato debe ser transportado inmediatamente al hospital para animales o a la oficina del veterinario. Además, si la herida es profunda o está sangrando profusamente, el gato requerirá atención médica de emergencia. Para las heridas superficiales menos graves, el dueño del gato puede limpiar la herida con agua tibia y jabón suave. El peróxido de hidrógeno no se recomienda porque puede ser perjudicial para el tejido sano adyacente. La herida debe limpiarse cuidadosamente, asegurándose de que todos los restos de suciedad y residuos extraños hayan sido removidos.

Después de que ha sido limpiada la herida, se puede aplicar un ungüento antibiótico sobre ella para facilitar la curación y reducir el riesgo de infección. La herida puede ser cubierta con un vendaje estéril o dejarse al descubierto. Si el gato comienza a lamer la herida, lo mejor es cubrirla para evitar la contaminación. Además, la herida debe ser monitorizada de vez en cuando para detectar signos de infección, incluyendo inflamación, enrojecimiento y drenamiento. Si aparecen estos síntomas, el gato debe ser tratado con antibióticos para evitar complicaciones.

A veces las heridas del gato son causadas ​​por mordeduras de otros animales, y en estos casos la herida tendrá que ser tratada por el veterinario independientemente de la gravedad de la mordedura. Las mordeduras de animales pueden infectarse rápidamente e incluso pueden albergar la rabia. Es por esto que es importante que los gatos y los perros se mantengan al día en sus vacunas. Si hasta la fecha el animal no está vacunado contra la rabia, el riesgo de contraerla aumenta, aunque sigue siendo moderadamente bajo.

En ciertos casos, el gato puede requerir hospitalización. Esto es especialmente cierto si la herida es extensa o si la acompaña sangrado abundante. A veces, el gato sólo estará obligado a pasar la noche en observación, pero otras veces, puede ser necesario un tratamiento agresivo. En estos casos, la aplicación de fluidos intravenosos, antibióticos e incluso transfusiones de sangre pueden ser necesarios para tratar al gato, sin embargo, en la mayoría de los casos de heridas de gato, estas pueden ser tratadas sin hospitalización.