Antes del gato, ¿qué otro animal se utilizaba para cazar ratones?


    Hasta el siglo IV después de Jesu­cristo, los romanos, al igual que otros pueblos, no conocían el gato doméstico.
    En su lugar, y para defenderse de los ratones, tenían a la garduña do­mesticada.
    Las relaciones entre este animal y el hombre son por tanto muy anti­guas, pero a excepción de las gar­duñas domésticas, dichas relacio­nes siempre han sido de enemistad e incluso de guerra declarada. ¿Cómo podría ser de otro modo si la garduña es un feroz carnívoro, que lleva a cabo grandes estragos en los gallineros y establos? A diferencia de la marta, pariente cercana suya que habita en los bosques y destruye a los animalillos, salvajes, la garduña prefiere establecerse en el campo abierto, refugiándose en las ruinas abandonadas
o las viejas cabañas.
    Es frecuente hallarla escondida en las cuadras, en los graneros o en los rimeros de leña situados junto a las casas.
    Por la noche sale a visitar los ga­llineros, donde causa grandes des­trozos, después de lo cual regresa a su escondrijo llevando en la boca un solo volátil. Así pues, la garduña, animal carnicero muy feroz, es odia­da y perseguida con razón por los campesinos.