¿Cómo se calcula la edad de una tortuga terrestre?


   La única forma de calcular los años de vida de las tortugas consiste en mantenerlas como animales domésticos. El primero de estos ani­males "famosos" fue la tortuga que pertenecía al arzobispo Laud. Vivía en los jardines del palacio de Lambeth, en Londres, donde toda­vía se conserva su caparazón, con dos etiquetas que se contradicen mutuamente. Una dice que la tortuga vivió allí desde 1633 hasta 1753; la otra da el año 1730 como el de su muerte. Los obispos de Peterborough también guardaban una tortuga que se dice vivió 220 años. Pero en este caso los informes también son contra­dictorios; todo lo que podemos asegurar es que vivió 62 años (1757-1819), o 92 años (1747-1839). La tortuga "Timothy", de Gilbert White, vivió por lo menos 54 años.
   La mayor longevidad sobre la que nos ha llegado información auténtica es precisa­mente de una de las tortugas gigantes, la tor­tuga de Marion. En 1766, Marion de Fresne se la llevó a la isla Mauricio, cuando estaba ya totalmente desarrollada. El año 1810 los ingleses conquistaron la isla, y la tortuga con­tinuó viviendo en los cuarteles de artillería hasta 1918. Tenía, por tanto, 152 años y, pro­bablemente, su edad era en realidad de 180 o más. Otra famosa gigante es la tortuga de Tonga, regalada a las islas por el capitán Ja­mes Cook en 1774, cuando tenía ya "una edad considerable". En 1951 había perdido un ojo y había sobrevivido a dos incendios forestales, la había coceado un caballo y le había pasado por encima un carromato. Si todavía vive actualmente, tendrá bastante más de 230 años. Existen, sin embargo, algunas dudas sobre esta tortuga, particularmente porque en Tonga las informaciones que se pueden obte­ner son todas de viva voz, nunca por escrito, pero no parece existir razón alguna por la que la tortuga de la que se habla actualmente no sea la misma que regaló el capitán Cook.