¿Mueren las musarañas por conmoción nerviosa?


   La susceptibilidad a la muerte por hambre y frío entre estos pequeños animales condujo en el pasado a una idea equivocada: la de que las musarañas eran especialmente propensas a la muerte por conmoción nerviosa. Ciertos naturalistas del siglo XIX y principios del XX referían que estos animales morían si se dis­paraba con arma de fuego cerca de ellos, e in­cluso si en su proximidad se reventaba una bolsa de papel. En realidad, estos animales son fuertes y sobreviven a toda clase de desventu­ras, mientras estén bien alimentados. Sin em­bargo, cuando padecen hambre y frío, cual­quier emoción puede matarlos.

Otra idea errónea
Las musarañas se alimentan sobre todo de in­sectos, pero comen también cualquier otro animal que sea lo suficientemente pequeño como para poder ser dominado: caracoles y gusanos, etc. Asimismo se nutren de carroña, pero necesitan ingerir cierta cantidad de cereal según observó Peter Crowcroft teniéndolas en cautividad; comprobó que se conservaban en buen estado de salud si les daba diariamente algo de cereales o semillas. Con frecuencia se dice que las musarañas comen cada día una cantidad de alimento superior a su propio peso. Según cálculo más exacto, dicha canti­dad se eleva a las tres cuartas partes de su pro­pio peso.