Los murciélagos duermen, se aparean y dan a luz boca abajo
Los murciélagos duermen boca abajo, colgando de los tejados de cuevas y graneros, afloramientos rocosos y voladizos de edificios. La posición invertida permite a los murciélagos descansar en lugares altos y alejados donde están a salvo de los depredadores, a la vez que les permite entrar en vuelo rápidamente en caso de que sea necesario escapar. Los murciélagos comienzan a volar simplemente cayendo al aire, una hazaña que se logra rápida y eficientemente al soltar su percha. La posición invertida es fácil de mantener; el murciélago simplemente se agarra a la superficie superior y se relaja, causando que el peso de su cuerpo contraiga los tendones adheridos a sus garras, fijándolos en su lugar y sosteniendo al animal sin esfuerzo.
Un murciélago puede comer hasta 1,200 mosquitos en una sola noche
Mientras que la mayoría de los murciélagos se alimentan de insectos, como mosquitos, polillas y escarabajos, otros comen frutas, néctar de plantas e incluso la sangre de los animales. Los datos sobre los murciélagos nos dicen que los murciélagos que se alimentan de insectos pueden consumir hasta 1.200 mosquitos en una sola noche. Se orientan y buscan comida a través del proceso de ecolocalización, emitiendo sonidos agudos mientras vuelan con ese eco, juzgando la distancia y la ubicación por el sonido reflejado. Los murciélagos frugívoros se alimentan de fruta madura y néctar de plantas, usando su excelente vista y sentido del olfato para localizar las frutas y las flores de las plantas, de las que se alimentan con dientes afilados y lenguas largas específicamente adaptadas a sus dietas.
Los murciélagos confían en la ecolocalización para "ver" en la oscuridad
Contrariamente a la creencia popular, los murciélagos no son ciegos. Algunos murciélagos ven bastante bien y todos son sensibles a los cambios en la luz. Los murciélagos no pueden ver en la oscuridad, pero navegan de noche usando la ecolocalización. Los datos de los murciélagos nos dicen que los murciélagos se orientan hacia la ubicación de los objetos que los rodean escuchando los sonidos reflejados por las llamadas de tono agudo que envían mientras vuelan. Los murciélagos son capaces de determinar no sólo la ubicación precisa, sino también el tamaño, la forma y la textura de los objetos que los rodean por la profundidad, la intensidad y el tono del sonido reflejado.
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