Las carpas han sido domesticadas probablemente durante muchos siglos, y han sido esparcidas por todo el mundo, sea para los estanques ornamentales, sea para alimento. De manera sorprendente, sin embargo, teniendo en cuenta la familiaridad que de ello hubiera podido resultar existen opiniones contradictorias sobre puntos importantes (por ejemplo, sobre su longevidad y su peso máximo). Ante todo, existen serias discrepancias acerca de cuándo fueron introducidas las carpas en los distintos países.
Gesner, naturalista suizo del siglo XVI, mencionó una carpa de 150 años de edad.
A las carpas de los lagos de Fontainebleau se les adjudicaron edades de hasta 400 años. Bingley registra, en el año 1805, el caso de una carpa en un estanque de Cambridge, que lo habitó durante más de 70 años. Tate Regan, conocido ictiólogo, opinaba que, bajo condiciones artificiales, una carpa podría cumplir los 50 años, pero que 15 años sería probablemente el máximo en estado salvaje.
Quizá una razón que explica las exageraciones es su resistencia cuando se las extrae del agua. Ésta es también la causa de que la carpa pudiera extenderse, por obra del hombre, sobre un área tan amplia. Envuelta en musgo o plantas acuáticas húmedas, puede sobrevivir a transportes efectuados sobre largas distancias. Si ha de creerse a Pennant, la realidad superaría incluso esta afirmación: este autor habla de una carpa envuelta en musgo, con sólo su boca descubierta, colocada en una red y colgando de una despensa. Se la alimentaba con pan y leche, y vivió una quincena. Pero hay que añadir, para ser sinceros, que era "frecuentemente sumergida en agua".
En España, los datos acerca de la talla máxima de la carpa, aún inéditos, fueron destruidos durante la guerra civil. Indicaciones más sumarias y menos documentadas señalan un peso máximo de 10 kg, pero en otros países se han registrado carpas de unos 27 kg y de 1 m de longitud. Se ha hablado de una carpa de 180 kg de peso. Federico II de Prusia tuvo fama de haber pescado una de 34,5 kg, y se dice que en Francfort del Oder se pescó una de 61 kg.