La jirafa pertenece, junto con su pariente cercano, el okapi, a la familia de los jiráfidos, suborden de los rumiantes. Sería más correcto decir que el género jirafa forma la familia de los jiráfidos, yo que el okapi es una verdadera rareza zoológica. De la especie Giraffa camelopardalis (término, éste, compuesto de camello y leopardo), existen, al parecer, más de doce subespecies que se distinguen por el diferente manchado del pelambre. La Giraffa camelopardalis propiamente dicha, y la Giraffa camelopardalis reticulata se hallan entre las más comunes dentro de la especie mencionada.
ALGUNOS DATOS DE LA JIRAFA
La jirafa es el animal más alto que existe. El macho, más grande que la hembra, tiene una altura que va de los 5 m. a los 5,30 m. La longitud total, de la cabeza a la cola, es de 4,75 m.
Hay ejemplares cuya altura se acerca a los 6 metros. Las hembras, por término medio, miden 5 metros.
OTRAS CARACTERÍSTICAS CURIOSAS
La jirafa es un rumiante; su anatomía, por tanto, es la peculiar de este grupo de mamíferos. Sus características sobresalientes son: el número de los dientes, que suman 32, y la extraordinaria longitud del intestino (el delgado mide 48 metros, el grueso 28; es decir, ¡un total de 76 metros!).
Otra particularidad anatómica es la de tener las cuerdas vocales atrofiadas; debido a ello es absolutamente muda. Tal vez es el único mamífero desprovisto de voz. Sus sentidos son excelentes: vista, oído y olfato están muy desarrollados y son de suma utilidad al animal cuando debe percibir a tiempo la presencia de enemigos.
La jirafa es un animal bastante inteligente. Su cerebro, bien conformado, la sitúa en los primeros puestos en la escala de la inteligencia dentro de esta extraña familia que integra el vasto orden de los rumiantes.