Una migración es el viaje periódico que realizan ciertos animales desde una región a otra en determinada época del año. No nos referimos aquí a las pequeñas migraciones que efectúan muchos animales en busca de mejor alimento, como por ejemplo, el vuelo de las aves hacia otros lugares desde un pantano que se ha secado. Las migraciones de los animales son, en general, determinadas por necesidades de alimentación, o de nidificación, o de un clima más propicio. Este último factor influye generalmente de un modo indirecto, pues el severo frío y las sequías destruyen las fuentes de alimento o las hacen inaccesibles para los animales. Igualmente, la floración y la aparición de determinadas semillas o insectos en un lugar pueden determinar las fechas de la migración.
Migraciones Estacionales
Las grandes migraciones estacionales de los animales pueden ser divididas en dos grupos: las causadas por la necesidad de alimentos y las relacionadas con la procreación. Cuando el frío y la nieve hacen inútiles las fuentes de alimentación en las regiones árticas, muchos animales como los bisontes y renos se ven obligados a emigrar hacia el sur en busca de regiones más cálidas donde puedan encontrar sustento. Las focas "de piel" de Alaska, que en verano viven en el Mar de Bering, invernan en el sur de California. El caribú, que pasa el verano en las tundras que bordean el Océano Ártico, cuando llegan las nieves se dirige al sur para encontrar alimento en los siempre verdes bosques del Canadá.Entre las migraciones provocadas por necesidades de reproducción nos proporcionan los peces ejemplos muy interesantes. El salmón, que habita en el Océano Pacífico, es un pez de gran tamaño. En la primavera se reúnen los adultos en las desembocaduras de los ríos para remontarlos. Así, recorren a veces grandes distancias hasta encontrar lagunas poco profundas que han de servirles de sitios de postura. En su viaje se ven obligados a subir cascadas, lo que hacen saltando, y, además, tienen que vencer fuertes corrientes. Después de incubados los huevos, los salmones jóvenes pasan varios años en las aguas dulces. Llegado cierto momento emigran río abajo para volver al océano, donde alcanzan su desarrollo completo.
En contraste con el salmón, las anguilas de la América del Norte y de Europa, que son peces de agua dulce, salen al océano para poner sus huevos. A fines del verano, o durante el otoño, se reúnen las anguilas en la desembocadura de los ríos donde viven e inician su largo viaje para ir a reunirse en las profundidades del Mar de Sargazo, situado en el centro del Océano Atlántico, frente a las Islas Bermudas. En dichos abismos ponen sus huevos y mueren. En primavera salen las larvas, y emprenden viaje con destino a las desembocaduras de los ríos de Europa y de los E.U.A. Esta migración dura de dos a tres años. Como las larvas son tan diferentes de las anguilas adultas, se creyó por largo tiempo que eran peces distintos, propios de los mares abisales. Más tarde, vuelven las anguilas a subir los ríos y llegan hasta los lagos interiores donde permanecen por varios años, hasta que emprenden su viaje final a los abismos del mar.
Ciertas tortugas de mar efectúan largos viajes hasta las solitarias islas donde anidan. Un famoso lugar de anidación de estos animales es la Isla Ascensión, situada en el Océano Atlántico, a 1.500 km. del continente más cercano.
Las ballenas son también grandes viajeras. Muchas especies viven en aguas antarticas durante el verano y en invierno se reúnen en los mares calientes para dar a luz a sus crías.