El cuerpo de las arañas está claramente dividido en dos partes: una anterior, el cefalotórax, constituido por la fusión de la cabeza y el tórax, y otra posterior, el abdomen, que se une al cefalotórax mediante un delgadísimo pedúnculo.
En el cefalotórax se insertan seis pares de apéndices: ocho patas esencialmente locomotoras (esta visible característica morfológica las diferencia de los insectos, que son siempre hexápodos), dos pedipalpos o maxilipalpos, prensores y sensoriales, y dos quelíceros o mandíbulas, verdaderas tenazas que rematan en una uña con la que inoculan la ponzoña que segregan las glándulas venenosas.
El abdomen globoso, elástico y comúnmente recubierto de vello, presenta en su cara ventral las aberturas de las tráqueas (estigmas) y las hileras (salida de las glándulas sericígenas).
No obstante la extrema delgadez del pedúnculo que une el cefalotórax con el abdomen, pasan por él no sólo los haces de nervios y los vasos sanguíneos, sino también el tubo digestivo y los conductos respiratorios. Suele ponderarse la delgadez de un talle llamándolo "cintura de avispa"; podría decirse, con igual encomio, "cinturita de araná".