En 1885, las extensas plantaciones de limoneros y de naranjos del estado norteamericano de California estuvieron seriamente amenazados de destrucción por los ataques de una cochinilla muy perjudicial. Al año siguiente se llevó a California la mariquita australiana y en pocos meses quedó prácticamente exterminada la cochinilla.
Posteriormente, en 1919, una seria invasión de cochinillas amenazó la fruticultura del Uruguay y este país introdujo también la mariquita australiana con idénticos resultados, lo que dio lugar a que la Argentina, unos años más tarde, también efectuara su importación para proteger sus valiosos cultivos cítricos del ataque de la mencionada cochinilla.
La mariquita australiana es sólo una de las 2.000 especies de mariquitas que son útiles al hombre. Tanto en estado adulto como en el periodo larval se alimentan de piojos de las plantas, de cochinillas y de huevos de otros insectos perjudiciales. Hay unas pocas especies, como la "vaquita de los pepinos y melones" que son perjudiciales. Existen además otros escarabajos parecidos a las mariquitas que son perjudiciales porque se alimentan de las hojas de las plantas, pero es fácil diferenciarlos de las mariquitas: el tarso sólo tiene tres segmentos en éstas, en tanto que en los escarabajos fitófagos mencionados tiene cuatro. Las mariquitas pertenecen a una de las numerosas familias de escarabajos. Todas tienen menos de un cm. de largo, con cabeza pequeña, patas cortas y el cuerpo redondeado, hemisférico y los élitros ornamentados con puntos negros sobre fondo amarillo o rosado, aunque estos puntos pueden también ser blancos o amarillos. La hembra pone pequeños huevos amarillos en las hojas de las plantas cubiertas de piojos o pulgones. Cuando la larva, que es un minúsculo gusano grisáceo con seis patas, emerge, comienza a devorar los pulgones. Después de dos semanas se trasforma en una pupa brillantemente coloreada, que cuelga cabeza abajo de las ramas o de las hojas de las plantas. Entonces, después de otras dos semanas, surge la mariquita adulta, la que también se alimenta de insectos perjudiciales. Las mariquitas adultas pasan el invierno escondidas bajo piedras o en otros lugares protegidos. En todo momento de su vida se defienden de sus enemigos, pájaros insectívoros u otros insectos, segregando un líquido amarillento de olor nauseabundo para sus enemigos. En Hispanoamérica existen alrededor de 1.000 especies distintas de mariquitas.