¿Cómo respiran las ranas?

   Sí impermeabilizásemos la piel de una rana, ta­pando sus poros, ésta moriría por asfixia, no obstan­te tener sus pulmones en funcionamiento.
   Veamos por qué: los pulmones de este anfibio son simples sacos que no se desarrollan hasta la última fase de su metamorfosis, y que realizan ape­nas el 40% del intercambio gaseoso necesario pa­ra la función vital. A través de la piel desnuda, siempre húmeda y viscosa, se efectúa la parte más activa de la respiración (respiración cutánea).
   Por otra parte, el aire atmosférico no se intro­duce en los pulmones de la rana mediante movimien­tos torácicos, porque estos batracios carecen de cos­tillas y de esternón. El aire lo degluten, es decir, penetra por las fosas nasales y lo tragan. De ahí el constante latir que se les observa en la gargan­ta (más o menos dos movimientos por segundo).