Las especies de bupréstidos pueden ser cortas y aplanadas u oblongas y cilindricas. En los trópicos alcanzan gran tamaño —un coleóptero gigante brasileño mide más de cinco centímetros de largo— y son pequeños o medianos en las regiones templadas. La mayoría es tropical y casi todos viven en selvas. A los adultos les agrada tomar sol; puede encontrárselos en algún bosque oscuro, resplandeciendo en un pequeño manchón de luz solar.
Las larvas son ciegas y sin patas, con cabeza pequeña y tórax grande y aplanado que suele confundirse con la cabeza, lo que da lugar a que la larva sea llamada horadadora de madera de cabeza achatada, o cabeza de martillo. La hembra adulta deposita los huevos en hendiduras de las cortezas de árboles que han sido dañados por el fuego o por sobreexposición a los rayos solares, como cuando se forma un claro en el bosque a causa de una tormenta o de la explotación forestal. Curiosamente, los incendios de bosques y el humo parecen excitar a. los bupiéstvdos, los que atacan a las personas, que se hallan combatiendo el fuego, mordiéndoles, a veces bastante seriamente, manos, cuello o cualquier zona expuesta de la piel.
La familia no se limita a horadar troncos de árboles. Algunas especies atacan a las plantas herbáceas, y algunos muy diminutos, llamados comedores de hojas, horadan éstas.
OTROS COLEÓPTEROS
La familia meloidos incluye a la corraleja, que es muy conocida por los farmacéuticos. Otra especie, la cantárida (Lytta vesicatoria), se seca y pulveriza para convertirla en la preparación farmacéutica de igual nombre.
Los coleópteros más pequeños son los pertenecientes a la familia ptílidos, que miden menos de 16 milímetros de largo. Se encuentran comúnmente debajo de las cortezas desprendidas. A simple vista parecen ácaros, pero el microscopio revela que son verdaderos coleópteros, pues poseen élitros y alas.