El adiestramiento de los perros destinados a la persecución de la pieza es complicado y se inicia cuando los animales han cumplido el tercer mes de vida.
En primer lugar se trata de habituarlos al olor de los animales salvajes, haciéndoles oler carne de liebre o de zorro. En segundo término se les permitirá lacerar con mordiscos a animales salvajes vivos. Pero, en el momento en que los perros están devorando con avidez la presa, ésta les debe ser quitada de la boca mientras se los sujeta con la traílla. Entonces se toman algunos gatos y se les da la presa quitada a los perros. Cuando los felinos, temerosos por la presencia de los perros, huyen con la carne en la boca, se lanzan los perros en su persecución. Este tipo de entrenamiento se repite hasta que se nota que
todos los perros en adiestramiento consiguen recuperar la presa.
Un perro difícil de amaestrar es el sabueso italiano. Pero una vez adiestrado, demuestra ser un excelente perro de persecución. Se especializa en la caza de la liebre: después de hacerla salir de su escondrijo, la persigue hasta llevarla al alcance del disparo del cazador.
Uno de los mejores perros de parada es el Setter. Su nombre deriva de inglés "to set", que significa echarse o fijarse y se justifica por el hecho de que apenas descubre la presa, este animal, se tiende en e! suelo para que el cazador pueda disparar sin temor de herirlo.