Como estas larvas necesitan aire atmosférico pasan la mayor parte del tiempo muy cerca de la superficie del agua para respirar mediante tubos con aspecto de cola que tienen en el extremo posterior del cuerpo. Se alimentan de restos vegetales y animales y aun de pequeños animales vivos que se llevan a la boca con una especie de pinceles plumosos que tienen en la cabeza. Algunas especies, como las Psorophoras, se alimentan también de otras larvas de mosquito.
Como todos los insectos, para poder crecer tienen que mudar de piel, lo que efectúan tres veces. En la cuarta muda la larva se trasforma en pupa.
Esta pupa no permanece quieta, como ocurre en la mayoría de los insectos, sino que es muy activa, ya que también necesita permanecer cerca de la superficie del agua para respirar. Si se la perturba se sumerge hasta el fondo del recipiente o depósito en que habita. A los pocos días se abre la pupa y sale de ella un mosquito adulto. Este vive comúnmente sólo unas semanas. Es así como en algunas especies puede haber hasta 12 generaciones en un año. El invierno lo pueden pasar los mosquitos en cualquiera de los cuatro estados: huevo, larva, pupa o adulto.